Primavera de la vida
El 21 de septiembre inició la primavera, y celebramos a los Estudiantes y a los jóvenes. Algunos adultos añoran la juventud que ya no vuelve, otros renovamos el corazón, que sí se puede rejuvenecer.
El Papa Juan Pablo II decía “los jóvenes son la esperanza del mundo y de la Iglesia”, pero esta esperanza hay que cultivarla y acompañarla, para que este regalo de Dios, esta etapa de la vida que es una fortuna, sepan administrarla bien y no malgastarla.
Nos toca hoy preguntarnos cómo acompaño a los jóvenes de mi entorno. A veces confeccionamos una lista negativa de cómo son ellos, y pocas listas positivas de su cualidades y talentos. San Juan Bosco, el gran educador de los jóvenes, decía “que no hay jóvenes malos, sino mal orientados y que no sólo deben escuchar que se los ama, sino deben notar que son amados”.
Hoy alabo a Dios Uno y Trino que me dio esta hermosa y tan responsable tarea de pastorear tantos jóvenes, en las parroquias, en los colegios, escuelas EFA. Unos tantos ya crecieron y vienen a pedir la bendición, para sus nuevos compromisos, matrimoniales, profesionales, para bautizar sus hijos. Me llenan de alegría estos encuentros y motivan seguir sembrando y amando a los jóvenes.
Hoy les regalo y, espero que lo compartan con jóvenes de sus familias y el entorno, estas sabias palabras del Papa Francisco, consejos de un abuelo, como dice él, para dar ánimo a los jóvenes a seguir construyendo un futuro mejor:
«Queridos jóvenes, los necesitamos, necesitamos su creatividad, sus sueños y su valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que ustedes saben llevar a cada situación, y que ayuda a salir de la rutina y de los esquemas repetitivos en los que a veces encasillamos la vida. La Iglesia está con ustedes y los necesita, a cada uno de ustedes, para rejuvenecer, explorar nuevos senderos, experimentar nuevos lenguajes, volverse más alegre y acogedora. ¡No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande! Aprópiense de la cultura del cuidado y difúndanla; sean campeones de fraternidad; afronten los desafíos de la vida dejándose orientar por la creatividad fiel de Dios y por buenos consejeros».
Feliz Primavera de la Vida y que Dios nos bendiga en abundancia siempre con un CORAZÓN JOVEN.
P. Juan Wilman svd
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